Necesitamos una base para cortar verduras y un cuchillo que esté bien afilado, pues tenemos que cortar las verduras finas, de un grosor de medio centímetro aproximadamente.
Empezamos con la berenjena. En primer lugar la lavamos y le quitamos la corteza. A continuación la laminamos y la ponemos sobre un plato. Le espolvoreamos abundante sal por ambos lados y la dejamos por 15-25 minutos. Esto lo hacemos para quitarle el sabor amargo.
Mientras, cortamos el queso mozzarella y el tomate a láminas y los reservamos.
Pasados los 15 minutos de preparación de la berenjena la lavamos con abundante agua para quitarle la sal y la secamos con papel de cocina. Ahora preparamos una sartén a fuego medio y sin añadirle aceite vamos a hacerlas a la plancha, por ambos lados hasta que estén un poco blandas y un poco tostadas. Cuando tengamos todas las láminas cocinadas las reservamos.
Ahora sobre una fuente para el horno montamos todos los ingredientes para hornearlos.
En la base ponemos una capa de berenjena, podemos poner dos láminas de ésta, una al lado de otra, para que nos quede con forma rectangular. Encima ponemos el tomate que quede arriba de las láminas de berenjena y podemos añadir sal y pimienta y por último ponemos el queso mozzarella, cubriendo bien todo el tomate. Ahora repetimos una altura más respetando el mismo orden hasta terminar con los ingredientes. En la capa más alta nos quedará el queso mozzarella para que se funda al hornearlo. Espolvoreamos orégano por arriba.
Lo horneamos por 15 minutos o hasta que se funda el queso. Con el toque de horno buscamos que se funda el queso y se hornee un poco el tomate, ya que la berenjena ya la tenemos cocinada.