
¿Cómo preparar un buen Zarangollo Murciano Tradicional?
Elaboración
Sobre una tabla cortamos la cebolla a dados de aproximadamente 1 centímetro y los reservamos. Lavamos muy bien el calabacín, ya que podemos aprovechar su piel y lo cortamos a cuadrados del mismo tamaño de la cebolla y los reservamos.
Preparamos una sartén a fuego bajo. Ponemos una cucharada de aceite de oliva y pasados unos 30 segundos que haya cogido temperatura añadimos la cebolla junto con una pizca de sal y pimienta. Vamos removiendo de vez en cuando para que no se nos quede pegada. Al estar a fuego lento la cebolla se hará muy lentamente hasta que se quede “pochadita” (tierna). Cuando haya alcanzado este punto de cocción le añadimos el calabacín, un poquito más de sal y pimienta y removemos muy bien.
Al añadir el calabacín cambiamos el fuego y lo ponemos fuerte para que así vaya soltando su agua y seguimos removiendo. Cuando el calabacín haya reducido de tamaño y esté tierno bajamos el fuego y lo cocinamos lentamente. Para comprobar que el calabacín está tierno podemos pincharle con un tenedor. Todo el proceso tendrá una duración aproximada de 40 minutos.
Por otro lado, ponemos los huevos sin cáscara sobre un bol, el huevo entero y la clara, y a continuación los echamos directamente sobre la verdura. Le añadimos un poco de pimienta y removemos suavemente integrandolos con la mezcla y rompiendo la yema. Continuamos a fuego bajo; la idea es que se cuajen poco a poco y que queden muy jugosos. Cuando veamos que la textura es cremosa ya estarían listos.
Es aconsejable que no estén muy caldosos ni que sean como un revuelto. Lo ideal es sacarlos justo cuando la textura sea cremosa.
Y ¡Ta chaaaan, ya lo tenemos!.